El clima comercial actual se impulsa por la rentabilidad, la productividad, la retención de clientes y la necesidad de conservar una ventaja competitiva y controlar los costes. Las organizaciones están buscando soluciones que van desde la reingeniería de procesos y soluciones tecnológicas hasta las diversas formas de subcontratación para asegurar la calidad, impulsar la eficacia y controlar el gasto.
Las presiones de aumentar el beneficio, mejorar la productividad y ahorrar dinero al tiempo que se aumenta la calidad y la retención de clientes y se gana en nivel de competitividad, siguen siendo impulsores comerciales críticos, la cuestión es ¿qué pueden hacer las organizaciones en el futuro para superar estos retos?
La subcontratación a nivel mundial está beneficiando a muchas economías en desarrollo, y también está cambiando sustancialmente la estructura de las empresas.A pesar de que la Subcontratación no es una práctica común entre las empresas latinoamericanas y mexicanas, en países como Venezuela, que han experimentado crisis económicas muy fuertes, ha formado parte de una plataforma de lanzamiento para que este tipo de servicios externos se lleve a cabo, permitiendo que muchas compañías puedan reducir costos e incrementar su productividad, lo que se ha convertido en la diferencia entre el éxito y el fracaso.
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